El Mercado San Miguelito es uno de los mercados más importantes de El Salvador
Por el año 1940 el lugar donde ahora está ubicado el mercado San Miguelito contaba con algunos negocios informales como refresquería, ventas de comida, frutas, verduras y cereales, etc., ya en esos tiempos se le conocía con el nombre de MERCADO SAN MIGUELITO debido al nombre del barrio donde se ubicaba.
Su primer administrador fue el señor Gumersindo Monterrosa.
En 1950, bajo el mando presidencial del Coronel Oscar Osorio, se construyó la primera infraestructura del mercado que comprendía más o menos la cuarta parte del actual mercado, la diversidad de los productos ofrecidos aumentó y se construyeron algunos bazares, ventas de carnes, pescados y verduras, en este tiempo fungió como administrador Don Rafael Mejía.
En los años de 1955 a 1956, el mercado contó con suprimer “Guardería” gracias a la iniciativa de la señora Coralia Párraga de Lemus, esposa del entonces presidente de la República Coronel José María Lemus.
En 1974 bajo el mando municipal del Ing. José Napoleón Duarte, se inaugura el actual edificio siendo su administrador el Ing. Mario Cerna y el Gerente de Mercados el Ing. Jorge Villacorta, en el transcurso de esa década fueron ubicadas en estas instalaciones los vendedores de las calles antiguas al telégrafo, y esto aumentó la variedad de los productos en venta, entre ellos las flores naturales y artificiales que en la actualidad son el distintivo de venta de este mercado.
En 1983 fue inaugurada la actual clínica del mercado bajo el mandato municipal del Lic. Alejandro Duarte. En este mercado se gestó la conformación de la primera cooperativa de los mercados llamada ACOVERMESA, en el año de 1974.
Desde las fechas de inauguración de las instalaciones del mercado San Miguelito, ha estado bajo la administración de los alcaldes correspondientes al municipio de San Salvador.
Proyecto de reconstrucción de el mercado San Miguelito.
La obra fue realizada en 1988 a raíz de los daños ocasionados por el terremoto de 1986, en el cual la losa que servía de techo colapsó. Con este método se pudo aprovechar las columnas existentes ya que no sufrieron daño; consiguiendo así un ahorro muy significativo en tiempo y dinero.
Fuente:
mercadosanmiguelito.com
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