El presidente Hernández Martínez primer dictador militar en
nuestro en el país.
El 2 de abril de 1944 y después
del golpe militar en 1932, el pueblo se levantó contra el dictador de
Maximiliano Hernández Martínez, que masacró más de 30 mil campesinos
El día domingo 15 de mayo de
1966.Esta es la fecha en que ocurrió el asesinato del General Maximiliano
Hernández Martínez, expresidente de El Salvador. Sucedió en Honduras, domicilio
del militar después de su derrocamiento en mayo de 1944.
Los datos biográficos del general
Maximiliano Hernández Martínez, relacionados con su trayectoria y trágica
muerte después de su obligada renuncia a la Presidencia de la República el 8 de
mayo de 1944 dan para mucho.
El asesino: José Cipriano
Morales, empleado de confianza del general, su chofer, amén de efectuar otros
trabajos hogareños a modo de comodín o mil usos.
El General y político
salvadoreño, Maximiliano Hernández Martínez, Presidente de El Salvador
(1878-1966) nació el 29 de octubre de 1878, en el pueblo de San Matías,
Jurisdicción de San Juan Opico, en el departamento de La Libertad. Sus padres
fueron el agricultor guatemalteco Raimundo Hernández y la señora Petrona
Martínez, de nacionalidad salvadoreña. Ambos eran de origen nahuat.
El General Maximiliano Hernández
Martínez llegó al poder aprovechándose del golpe de Estado contra Arturo Araujo
en 1931 pero solo se consolidó con la derrota de la revolución. La masacre de
30 mil trabajadores en 1932 tenía el objetivo no solo de derrotar la
insurrección sino también dar una lección a las masas para que la revolución no
levantara cabeza durante décadas y eso hubiera sido así en cualquier otro país
pero las enormes tradiciones revolucionarias en El Salvador, la incapacidad del
capitalismo para dar estabilidad y los excesos cometidos por el gobierno
militar hicieron que en un lapso de tan solo 12 años se diera un nuevo proceso
revolucionario que de haber triunfado en su totalidad podría haber ahorrado
decenas de miles de mártires.
Lo sorprendente de la huelga de
1944 es que las masas dieron una heroica demostración de lucha revolucionaria
sin contar con una dirección. El movimiento estudiantil salvadoreño tiene
enormes tradiciones revolucionarias, a diferencia de aquellos estudiantes que
hoy piensan que se es sumamente revolucionario encapucharse y hacer una acción
aislada de los trabajadores y el resto de estudiantes, en 1944 se mostró cual
es el verdadero camino a seguir: vincularse a la clase obrera con sus métodos
en las movilizaciones de masas.
La “revolución” de abril abrió el
camino para una verdadera revolución. La idea de derrocar a Martínez se incrustó
en la mente de las masas, los estudiantes iniciaron la agitación y llamaron a
una “Huelga general de brazos caídos” este es el nombre como se conoce a los
acontecimientos revolucionarios de mayo de 1944 pero no es del todo correcto.
Este llamado fue muy tímido para las contundentes acciones que impulsarían las
masas. La huelga iniciada el 2 de mayo comienza en las universidades y de
manera irresistible se extiende a las fábricas. En un artículo escrito por Luis
E. Saavedra se describe así la situación:
“Y se inició la huelga de mayo. Y
los estudiantes universitarios… y los colegios particulares… y las escuelas
oficiales se fueron a la huelga. Y se fue a la huelga el comercio… luego las
fábricas, toda la industria se fue a la huelga, después lo hicieron los
empleados bancarios, los hospitales y las generosas mujeres de los mercados… Y
se paralizó el servicio de ferrocarriles, el servicio de buses urbanos y luego
el interurbano… y se fueron a la huelga todos los empleados públicos del país…”
(Tomado de hunnapuh.blogcindario.com)
El gobierno militar quiso
aplastar la huelga por medio de la violencia, pero no es lo mismo enfrentarte a
un grupo de militares que apenas si consiguieron tomar control del telégrafo,
alguna estación de radio y algunos cuarteles, que combatir a la clase obrera
que es la que hace que funcione el conjunto de la sociedad. Una huelga general
pone el tema del poder sobre la mesa aunque por si sola no lo resuelve. Se hace
la pregunta ¿Quién es el dueño de la casa?
El gobierno norteamericano retiró
el apoyo a Martínez usando de pretexto el asesinato accidental de un estudiante
salvadoreño-norteamericano al que llamaban Chepe Wright. Martínez se vio
obligado a renunciar el 9 de mayo, ya no le era útil al imperialismo, pues era
incapaz de contener el avance revolucionario de los jóvenes y obreros de El
Salvador. La táctica fue sustituir al actual dictador por otra figura para
evitar que los trabajadores tomasen el poder.
Maximiliano para mantenerse en el
poder, violentó el principio de pluralidad política, creando su propio partido
político Pro Patria. Esta práctica la realizó en 2 oportunidades (1934-1939)
cuando intentó su tercera vez, el sector agroindustrial y el pueblo, se unieron
en una huelga de brazos caídos en 1944. Maximiliano ha sido odiado por unos y
magnificado por otros, pero nadie podrá negar que en su mandato existieran
cosas positivas y negativas.
Tras su renuncia a la primera
magistratura, huyó vía terrestre a Guatemala, donde fue recibido por su hermano
Guadalupe, luego se movió hacia Estados Unidos, para finalmente trasladarse a
Honduras. Ahí fue asesinado por Cipriano Morales, su motorista, quien le asestó
17 puñaladas. El asesinato se perpetró en el comedor de su residencia en
Honduras, el 15 de mayo de 1966.
Tras la muerte del dictador, se
le dio su nombre a una brigada de exterminio anticomunista, que funcionó como
escuadrón de la muerte, fundada por Roberto_d'Aubuisson.Con su mandato, se iniciaron
más de cinco décadas de gobiernos militares que desembocarían, entre otras
cosas, en una guerra civil.
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