El martes 4 de julio pasado regresó del Vaticano Monseñor
Gregorio Rosa Chávez, que fue nombrado Cardenal por el papa Francisco, que
sorpresivamente, escogió al Cardenal
Gregorio para este alto cargo, considerando
el papel que desempeñó como representante de la iglesia, en los diálogos
que inició el gobierno con el Frente
Farabundo Martí.
El Cardenal Gregorio, a quien tuve el gusto de conocer en la época difícil de El Salvador,
especialmente en la fecha que Monseñor Oscar Arnulfo Romero fue asesinado por
los “Escuadrones de la Muerte” fundados por el Mayor Roberto D'Aubuisson, que
también fundó el partido ARENA de extrema derecha.
En ese tiempo Roberto D'Aubuisson y los militares de la “tandona”
amenazaban a los sacerdotes que
acompañaban a Monseñor Oscar Arnulfo Romero y era tanto el odio de la extrema
derecha militar, que los “escuadrones de la Muerte” dirigidos por D'Aubuisson realizaron una campaña entregando hojas volantes, donde decían “ haga
patria mate un cura” y fue en esa época que el Cardenal Gregorio, fue amenazado constantemente por estos “Escuadrones
de la Muerte”.
Los Sacerdotes asesinados dentro de la campaña “Haga Patria,
mate un cura” son los siguientes: El 24 de marzo de 1980, el arzobispo de San
Salvador, Oscar Arnulfo Romero, fue asesinado mientras celebraba misa en la
capilla del Hospital "Divina Providencia".
12 de marzo de 1977:
El sacerdote jesuita Rutilio Grande, párroco de Aguilares, es asesinado en la
carretera a El Paisnal junto con dos campesinos;
11 de mayo de 1977: El
sacerdote Alfonso Navarro Oviedo, párroco de la Colonia Miramonte de San
Salvador es asesinado en su Iglesia Parroquial, junto a un muchacho que
colaboraba como sacristán.
El 28 de noviembre de 1978: El sacerdote Ernesto
Barrera Motto, fue asesinado por Ejército en la Colonia Dolores de San Salvador.
El 20 de enero de
1979: El sacerdote Octavio Ortiz fue asesinado en el “Despertar” en San Antonio Abad, San Salvador, junto a 4
jóvenes, aspirantes al sacerdocio.
El 20 de junio de
1979: El sacerdote Rafael Palacios fue asesinado en Santa Tecla, por “Unión
Guerrera Blanca,(UGB).
4 de agosto de 1979: El sacerdote Alirio Napoleón Macías fue
asesinado en la sacristía del templo parroquial de San Esteban Catarina.
El 2 de diciembre de
1980: Las religiosas norteamericanas Ita Ford, Maura Clarke, Dorothy Kazel y
Jean Donovan, son violadas y asesinadas por soldados de la Guardia Nacional
tras salir del Aeropuerto Internacional de San Salvador.
Y el 16 de noviembre de 1989: Los sacerdotes jesuitas,
Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Amando López, Juan Ramón Moreno junto con el jesuita
salvadoreño Joaquín López y López y las domésticas, Elba y Celina Ramos, son
masacrados por un escuadrón del Batallón Atlacatl de la Fuerza Armada de El
Salvador dentro de la UCA.
Roberto D'Aubuisson el fundador de los “escuadrones de la
Muerte” y primer presidente del actual
partido ARENA, también eliminaron a
miles de salvadoreños entre ellos estudiantes, campesinos, obreros,
profesionales, y opositores políticos.
Durante este período
de guerra oscura que iniciaron los
militares de la “tandona”, la oligarquía política y empresarial de ANEP, con el objetivo de
destruir a la izquierda política y
guerrillera, que se formó clandestinamente, para derrocar a la dictadura
militar, fueron asesinados unos 80 mil salvadoreños.
Monseñor
Romero-asesinado por estos escuadrones-ya contó con la bendición del papa
Francisco y convirtió en Beato por el
martirio de haber sido asesinado frente al Altar.
Ahora el papa Francisco -que ha valorizado el martirio de la
iglesia y del pueblo salvadoreño y el
esfuerzo en favor del pueblo y de los
diálogos-, nombró como Cardenal a
Monseñor Rosa Chávez, ante la marginación de los sacerdotes de extrema derecha que no estaban de acuerdo con el trabajo de Monseñor Romero, de
Monseñor Rivera y Damas y Gregorio Rosa Chávez.
El Cardenal Gregorio Rosa Chávez fue
nombrado Obispo Auxiliar en el año 1982 y
debido a esa marginación nunca fue
nombrado en otro cargo.
En uno de los diálogos entre el gobierno y el FMLN a
celebrarse en México, tuve la suerte como periodista de haber encontrado a Monseñor Rosa Chávez en
ese país y junto al Embajador salvadoreño Sigfrido Munés en México y otros periodistas lo acompañamos
a un pueblo, donde estaría para asistir
al diálogo como representante de la
Iglesia en Guastepeque México.
Felicitamos y acompañamos a nuestro Cardenal Gregorio Rosa Chávez
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