El lunes 24 de Marzo de 1980, cuando salí de la Policlínica Salvadoreña
en la 25 Avenida Norte de San Salvador, después de haber constatado que
Monseñor Romero había sido asesinado y al pasar la información en la Radio
Cadena Central para la cual laboraba, se me avisó, que el gobierno de la Junta
Militar había ordenado, una Cadena Nacional de radio, para callar cualquier
información que se relacionara con el Asesinato de Monseñor Romero.
Me dirigí como a las 7:00 de la noche por la zona del parque Cuscatlán y
tomando la Alameda Roosevelt buscando el lugar “donde se escuchaban Cohetes” y
mientras las calles estaban solas, llegué al “Monumento Salvador del Mundo” y
desde ese lugar hacia arriba, confirmé que los habitantes de la colonia
Escalón, “estaban contentos, porque Romero el comunista había muerto”. Esta
colonia Escalón es habitada por gente de la oligarquía que son seguidores del
partido ARENA y del mayor Roberto d'Aubuisson, que la Comisión de la Verdad “lo
señaló como el autor intelectual del asesinato de Monseñor Romero”.
Irónicamente en la Plaza Salvador del Mundo se realizó la Beatificación
de nuestro Santo y como 3 kilómetros-al poniente- se encuentra el centro
comercial Balam Quitzé, que según las informaciones, “allí se pagó mil colones
al asesino de Monseñor Romero, quien fue identificado como el Guardia Nacional
Marino Samayor Acosta que en esa época, era uno de los Guardaespaldas de Mario
Molina, hijo del Coronel Arturo Armando Molina, expresidente de la República”.
El capitán del ejército Álvaro Saravia amigo de D´Aubuisson, miembro de
ARENA y de los Escuadrones de la Muerte” dijo al periódico virtual el Faro,
quién fue el responsable del asesinato de Monseñor Romero:
“Dos o tres días después del asesinato de monseñor Romero, el grupo de
D´Aubuisson sostiene una reunión en la casa de Eduardo Lemus O´byrne. Saravia
conoce de esta reunión, porque él mismo, saliendo de ahí, fue a pagarle al
hombre que disparó contra monseñor Romero. Fue a pagarle por sus servicios”.
“Yo no conocía al tirador. Ese día lo vi yo en el carro, meterse al
carro de barba. Y después le fui a entregar yo personalmente los mil colones
que le entregó, que los pidió prestados D´Aubuisson a Eduardo Lemus O´byrne. En
la casa de él estábamos nosotros cuando llegaron a decirle que… ¡A cobrar! Y
Roberto D´Aubuisson jamás manejaba dinero. Le prestó mil colones a este para
entregárselos.”
Eduardo Lemus O´byrne es un conocido empresario salvadoreño. Ha sido
presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada ANEP, propietario de
granjas avícolas y un hombre muy conocido en los círculos empresariales
centroamericanos.”
Álvaro Saravia
“El capitán Saravia insiste en que el dinero lo puso Lemus O´byrne. “Dio
los mil pesitos. Yo mismo se lo fui a entregar. Llegué donde él y le dije,
mirá, dice Roberto d´Aubuisson que no quiere saber ni mierda de vos, que te
arreglés con tu jefe”.
El dinero se lo fue a entregar al estacionamiento de un pequeño centro
comercial en el oeste de San Salvador, llamado Balam Quitzé. Ahí lo esperaba el
tirador, ya sin barba, acompañado de Walter “Musa” Álvarez, un extraño hombre
que murió asesinado poco después”.
“…Pero el tirador no salió del equipo de D´Aubuisson, sino del otro
conspirador: Mario Molina, hijo del ex presidente Arturo Armando Molina. Mario
Molina aportó el asesino, el arma y el equipo de seguridad.”
A estas alturas se conoce que el asesino de Monseñor Romero, fue el Guardia
Nacional Marino Samayor Acosta que en esa época, era uno de los Guardaespaldas
de Mario Molina, hijo del Coronel Arturo Armando Molina que fue presidente de
la República entre 1972-1977.
Marino Samayor Acosta
Se espera que el gobierno salvadoreño, ahora que cumple 37 años de su
muerte busque investigar a los asesinos de Monseñor Romero y que sea
judicializado esta acción de los “escuadrones de la muerte” que fueron
dirigidos por Roberto d´Aubuisson.
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