En América Latina varios gobiernos de izquierda
están padeciendo el famoso “golpe suave”, que utiliza los Estados Unidos para
atacar a los partidos de izquierda que han ganado elecciones libres y apoyados
por el pueblo.
El más reciente es en Brasil, cuando la extrema derecha
política utilizando la mayoría en la Asamblea Legislativa y acusando falsament
a la presidente Dilma Rousseff de corrupción, la mayoría derechista
destituyó a la presidenta, quien ha sido
suspendida por 180 días y que junto a su partido político de los trabajadores,
ganó las elecciones con 53 millones de
votos y ahora un grupúsculo de políticos
está tomando el mando a la fuerza en Brasil.
En El Salvador desde hace algunos meses, el extremista
partido ARENA ha estado desestabilizando
al gobierno del FMLN y con la manipulación de otros partidos derechista,s tratan de bloquear todo avance del gobierno de Salvador Sánchez
Cerén.
Ante la corrupta ilegalidad en
Brasil, el presidente Sánchez Cerén anunció que no reconocen al presidente
interino de Brasil porque "hay una manipulación política en el senado…eso
en el pasado era conocido como golpe de Estado y eran los militares que lo
hacían. Hoy hay una nueva modalidad y se hace desde el parlamento",
expresó.
"Desde El Salvador vamos a
darle seguimiento a ese acontecimiento y esa es la primer medida que hemos
tomado porque creemos en la democracia. Debemos de ser respetuosos de la
voluntad popular, de la voluntad del pueblo, porque por medio de elecciones se
elige al presidente como el caso de Dilma", detalló el mandatario.
"Nosotros creemos que se
está vulnerando la democracia en Brasil y por eso es que hemos tomado esa
decisión", reafirmó el mandatario.
El presidente Sánchez Cerén tildó
de "juicio político" a la suspensión de seis meses a la presidenta
Rousseff porque dijo que "ahora el senado la suspende y además le inicia
un juicio político por algo que no está demostrado, por algo que no se ha
comprobado que es delito y es una manipulación política lo que se ha dado en
esa nación de Suramérica", puntualizó.
Por otra parte, el presidente
Nicolás Maduro de Venezuela también anunció no reconocer al gobierno “clandestino” de la extrema derecha de Brasil y darle
seguimiento a esa campaña de los “golpes
suaves”, tal como está sucediendo en Venezuela, cuando la extrema derecha
política tiene la mayoría en la asamblea
legislativa y está tratando de destituir al presidente Maduro y están amenazando hasta la Corte Suprema de
Justicia si desconoce los decretos que
apruebe esa asamblea.
Recientemente, el presidente
Rafael Correa de Ecuador, calificó estos
“golpes suaves” como la nueva “operación Cóndor” que implementó Estados Unidos
en la década de los 70´s imponiendo dictaduras militares en contra de la izquierda,
acusándolas de ser comunistas.
Los golpes militares de
antes-dice Correa- utilizaban a las fuerzas armadas, ahora en los “golpes
suaves” se utilizan a los políticos corruptos y a las asambleas legislativas para propiciar los
juicios políticos con acusaciones falsas de corrupción y de lavado de dinero.
“Es el nuevo Plan Cóndor contra
los gobiernos progresistas (…) Ya no se necesitan dictaduras militares, se
necesitan jueces sumisos, se necesita una prensa corrupta que incluso se atreva
a publicar conversaciones privadas, lo cual es absolutamente ilegal", ha
señalado el presidente ecuatoriano.
El mandatario ha calificado como
"gravísimo" lo que está sucediendo en Brasil y refriéndose en
particular a la persecución por la justicia del expresidente brasileño y líder
del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inacio Lula da Silva, acusado
supuestamente de corrupción y lavado de dinero. Correa ha señalado que "lo
mismo le han hecho a la expresidenta argentina, Cristina Fernández de Kircher,
a los actuales mandatarios de Bolivia, Evo Morales y de Venezuela, Nicolás
Maduro", y que incluso él mismo ha sido víctima "de esta campaña de desprestigio
y ataque" dijo el mandatario.
En estos “golpes suaves” para
juicios políticos , la prensa corrupta que incluye a la radio, la Televisión y
los periódicos se encargan de la información falsa en contra de los dirigentes políticos de izquierda que
han sido electos por el pueblo.
El actual presidente en funciones
de Brasil, Michel Temer, fue informante de la inteligencia de EEUU, según
informa Wikileaks. En las filtraciones hechas por el portal se afirma que
"el diputado Federal Michel Temer, presidente nacional del Partido del
Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), cree que la desilusión pública hacia
el presidente Lula y Dilma del Partido
de los Trabajadores (PT) representa una oportunidad para que el Partido del
Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), presente su propio candidato”.
Resulta igualmente revelador que
la embajadora de Estados Unidos en Brasilia desde 2013, Liliana Ayalde, fue la
misma que dirigió la misión diplomática norteamericana en Asunción, Paraguay,
hasta unos meses antes del golpe parlamentario sobre el expresidente Fernando
Lugo el 22 de junio de 2012, posteriormente se dio el intento del “golpe suave” en Ecuador y la
desestabilización que ha habido en
contra del presidente de Bolivia Evo Morales incluyendo la desestabilización
que está haciendo Estados Unidos con la
ayuda de la derecha en contra de Nicolás Maduro en Venezuela.
Saludamos y felicitamos la
decisión del presiente Salvador Sánchez Cerén, ya que más vale “prevenir que
lamentar” y tener cuidado con la desestabilización del partido Arena en contra
del gobierno del FMLN.
¿Quién dijo miedo a la extrema
derecha?
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