El Salvador paraíso de
criminales de guerra
La Corte Suprema de Justicia,
desde los años 70s 80s y 90s, los los magistrados de las 4 salas siempre han sido manipulados
por los gobiernos de Arena y sus
diputados de la Asamblea Legislativa. Una de las épocas más violentas de la Ley fue el periodo
del presidente Agustín García Calderón que era un instrumento de los gobiernos de ARENA y de sus diputados
al igual que los diputados del PCN ,
entre ambos partidos llenaban todas
salas de la Corte Suprema de magistrados
manipulados políticamente y esos todo el mundo lo sabe.
La misma Corte Suprema de Justicia tuvo la osadía de no acatar la “alerta roja” que pedía la localización y
captura de los 19 militares acusados de violación de los derechos humanos
durante la guerra en El Salvador.
Estos criminales de guerra que
están siendo juzgados en otros países, tomando en cuenta que en El Salvador, la
Corte Suprema de Justicia continúa
violando nuestra constitución de la República y mantiene en libertad a los responsables de estos asesinatos que la
misma derecha de ARENA y su presidente Cristiani aprobó una ley de amnistía que no permite juzgarlos.
Otros fanáticos políticos dicen
¿Por qué no se juzga
a los guerrilleros que hayan cometidos esos crimines? Y yo les digo, si son responsables tengan el
valor los areneros de poner las demandas
en los tribunales y si hay
necesidad de juzgarlos que se proceda.
Entre los acusados de crímenes
de guerra, llegó a El Salvador el general José Guillermo García, que es acusado
de crímenes de guerra incluyendo el
asesinato de las Monjas Mariknoll y
otros crímenes.
En abril de 2015, el general retirado Carlos
Eugenio Vides Casanova fue deportado por Washington también por el cargo de
violaciones a los derechos humanos mientras ejerció los cargos de director de
la extinta Guardia Nacional y ministro de Defensa.
El exministro de defensa y
exdirector de la Guardia Nacional, Carlos Vides Casanova, llegó aeropuerto
internacional Monseñor Romero, deportado de Estados Unidos, fue acusado por su
participación en torturas y asesinatos durante la guerra civil entre 1980-1992,
mientras ocupaba los cargos ya
mencionados, entre 1979 y 1989. Además se vio involucrado en los crímenes de
secuestro, violación y asesinato de cuatro religiosas estadounidenses,
cometidos por la Guardia Nacional cuando él era el director de la misma. –
Los tribunales de España han girado
órdenes de captura para estos criminales de guerra que siguen viviendo
protegidos por la Corte Suprema en este paraíso que protege
a los criminales de guerra.
El juez Eloy Velasco de la
Audiencia Nacional de España ha reiterado la vigencia de las órdenes de
capturas para los militares acusados por la masacre de seis sacerdotes jesuitas
ocurrida en 1989, en un escenario en el que la Corte Suprema de Justicia ha
abierto las puertas a la captura y extradición de aquellos requeridos por
cortes internacionales.
La decisión del juez Velasco,
de hecho, retoma los nuevos giros ocurridos en la CSJ salvadoreña para ordenar,
de nuevo, la captura de 17 de 19 militares, en un escrito enviado este martes 5
de enero a la Interpol, y las copias de
esas mismas órdenes de captura a la Policía Nacional Civil de El Salvador.
"Dispongo reiterar a las
autoridades de El Salvador de las órdenes de detención de entrega que se
encuentran en vigor de Inocente Orlando Montano, Rafael Humberto Larios, Juan
Rafael Bustillo, Juan Orlando Zepeda, Francisco Elena Fuentes, José Ricardo
Espinoza Guerra, Gonzalo Guevara Cerritos, Óscar Mauricio Amaya Grimaldi, Antonio
Ramiro Ávalos García, Ángel Pérez Vásquez, Tomáz Zarpate Castillo, José Alberto
Sierra Ascensio, Guillermo Alfredo Benavides, Joaquín Arnoldo Cerna Flores,
Carlos Mauricio Guzmán Aguilar, Héctor Ulises Cuenca Ocampo, y Óscar Alberto
León Linares", reza el escrito de Velasco, con fecha del 4 de enero.
Solamente 2 cosas le pedimos a la Corte Suprema de justicia, ser honestos y
responsable para acatar la “alerta roja”
de la interpol y no permitir que estos
militares salgan corriendo a esconderse
al cuartel de la Guardia Nacional tal
como ocurrió con Mauricio Funes y el General Munguía Payés.
¿Quién dijo miedo a la Corte Suprema?
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