Jueves, 13
Diciembre 2012
Por:
Benjamín
Cuellar (*)
SAN SALVADOR
- Usted es quien presume de haber desempeñado un "ejercicio
periodístico" valiente y atrevido durante veinte años, antes de que la
gente creyera en la "esperanza" y el "cambio" que le vendió
para instalarse en la casa presidencial -de donde deberá salir dentro de unos
meses- y reposar con su familia en la respectiva residencia con semáforo
incluido por su altanera decisión. Usted, cuando lo despidieron del canal 12 en
marzo del 2003, cuestionaba -haciendo alarde de criticar "sin censura"
a los gobiernos de turno- a quienes pretendían "atribuir al pensamiento y
obra de monseñor Romero motivaciones de tipo partidista y alejadas del
Evangelio". Esos, decía el periodista Funes, pasaban "por alto que no
existe otra forma de vivir la fe, la espiritualidad cristiana, en una sociedad
donde la exclusión y la marginalidad constituyen la nota dominante, que
mediante la toma de postura frente a esta realidad".
Y entonces
afirmaba que El Salvador no había cambiado lo suficiente "como para
renunciar a la exigencia histórica de transformarlo". Por eso, continuaba
proclamando en ese su editorial de despedida por su despido, fiel a ese
"espíritu" inauguró ese "espacio de opinión que [.] intentaba
seguir los pasos de monseñor Romero al contribuir con la denuncia publica de
las arbitrariedades del poder", desde el convencimiento de "que la
experiencia humana fundamental que debemos vivir los cristianos es la de la
indignación ética ante una realidad estructuralmente injusta".
Presumía
entonces de que sus "señalamientos editoriales incomodaron, como lo hizo
la denuncia profética de monseñor Romero". Reivindicaba, además, que
"una sociedad democrática se asienta en la libre difusión de ideas así
como en el debate abierto de conceptos y opiniones"; también la
tolerancia, como "una de las divisas más caras del proceso de paz que
inicio hace más de diez años".
¿Qué le pasó
entonces? ¿Por qué el recién pasado lunes 10 de diciembre dijo lo que dijo? Sin
tener nada que ver con la pregunta que le hizo un periodista después de un
evento público, sobre la sentencia de inconstitucionalidad de la Sala de lo
Constitucional en lo relativo al reglamento de la Ley de transparencia y acceso
a la información pública y la elección de los comisionados del respectivo
instituto, se sacó de la manga cual "Mandrake el mago" un ataque
"sin censura" contra el Instituto de Derechos Humanos de esta
Universidad. Literalmente dijo, sin tener nada que ver con el asunto y tal como
está publicado en el sitio electrónico oficial de la Presidencia de la República,
lo siguiente:
"Lo que
pasa que muchas de las instituciones que hacen estas críticas viven del
financiamiento externo que les dan algunos cooperantes para hacer críticos y
como tienen que ser críticos, sino no tienen fondos y no existen. Esos son como
las instituciones de derechos humanos, que viven de las violaciones de los
derechos humanos, cuando un estado no viola los derechos humanos, estas
instituciones no tiene razón de ser".
Y agregó:
"Entonces para que el IDHUCA siga existiendo, para que la Iniciativa
Social para la Democracia siga existiendo tienen que plantear como que en el
país se violan los derechos humanos o como que en el país no hay transparencia,
porque si no las instituciones que les dan dinero y que pagan sus salarios no
se los dan porque les va a decir bueno y ustedes para qué están si en El
Salvador no se violan los derechos humanos en forma sistemática, si en El
Salvador no hay dificultades para el acceso a la información pública, entonces
para qué están. Entonces tienen que criticar para justificar la ayuda que les
dan los organismos internacionales y para justificar sus salarios".
Usted, señor
Funes, varias veces ha dicho refiriéndose al partido ARENA que "el ladrón
juzga por su condición". ¿No será este el caso que hoy ha obligado Usted a
comentar en este espacio sin ninguna censura? ¿No será que Usted acusa al
IDHUCA de eso porque, precisamente, era lo que usted hacía en sus entrevistas
diarias y en sus reportajes para medios internacionales? ¿No será que, peor
aún, esa fue su estrategia para sentarse en la silla presidencial y ganar muy
buen dinero para gozar del "buen vivir" mientras la gente apenas
sobrevive allá abajo y adentro, en El Salvador profundo y doliente en medio de
la sangre, el hambre y la impunidad? ¿Será por eso que se dedicó a hacer
pedazos a los Gobiernos anteriores?
No crea que
no deja de sentirse algo de inquietud al decirle esto, sobre todo sabiendo que
Usted justifica que sus escoltas muelan a patadas a quien -con o sin razón- le
silba "la vieja" o le saca el dedo cuando va en su ostentosa caravana
imperial. Y no crea, tampoco, que la gente que trabaja en el IDHUCA no se
acuerda de que ya antes, siendo periodista, había descargado su insidioso verbo
contra el trabajo que se desempeña desde hace más de veintisiete años. Si no se
acuerda, basta que revise sus archivos del famoso "sin censura" del
30 de julio del 2002. Es probable que ese su carácter ya conocido ampliamente
hizo que, molesto por no haberle dado un simple diploma de reconocimiento en el
marco del día del periodista, lo llevó a editorializar -entre otras cosas- lo
que a continuación se transcribe:
"El
halago, viniendo de instituciones o empresas que no creen que el periodismo
deba ser ejercido de esta manera, busca la compra de voluntades y acaba
corrompiendo al mas débil. Son precisamente estas fuerzas las que más se oponen
a la existencia de un periodismo democrático y bloquean su desarrollo atentando
contra su estabilidad y sobrevivencia. Ejemplos de esta práctica sobran. Pero
están también aquellos que navegan con bandera de democráticos pero que en el
fondo acaban promoviendo un tipo de homenaje que tiene el mismo efecto
pernicioso sobre la construcción de una prensa independiente".
Luego se
soltó. ¿O ya no se acuerda? "Hace unos días -aseguró sin el valor para
mencionar al IDHUCA- una institución promotora de los derechos humanos tuvo la
ocurrencia de homenajear el trabajo de medios de prensa que en su opinión han
contribuido a la difusión y defensa de los derechos humanos en el país. Por supuesto
que a la institución que patrocina el homenaje le asiste el derecho de decidir
a quien premia y a quien no. Sin embargo, lo paradójico de esta acción ese uno
de los medios galardonados es el mismo que en todos estos años ha contado entre
su 'staff' de generadores de opinión con el personaje que las propias
investigaciones de esta institución llevan a incriminar como responsable de
graves violaciones a los derechos humanos".
Y no
conforme con lo anterior, señor Funes, Usted mismo se preguntó y respondió así:
"¿De qué se trata en este caso: de ingenuidad o de cinismo? ¿Que favores
se están pagando?
Como quiera que sea esta evidente falta de
criterio termina oxigenando un quehacer periodístico que debería ser depurado y
cuyo compromiso con la difusión de la verdad no pasa del diente al labio. Una
institución promotora de los derechos humanos no puede ni debe darse este lujo.
De ella se esperaría una actuación más congruente, sobre todo, cuando se trata
de respaldar un esfuerzo comunicacional y periodístico comprometido con la
defensa y tutela de los derechos humanos en el país".
Evidentemente,
señor Funes, estaba molesto porque ese sencillo reconocimiento no fue para
Usted. ¡Qué triste! Por eso bien dicen que el pode no corrompe, sino que
descubre a la persona que lo llega a tener.
Bueno, por
suerte ya le quedan menos de dieciocho meses para entregar la banda. Y el
IDHUCA, le guste o no le guste, seguirá existiendo fiel a su compromiso con las
mayorías populares e intentando por ello mantener vivo el legado de quienes
verdaderamente sí estaban comprometidos con la defensa valiente de sus
derechos; no como aquella gente que solo lo hacia "del diente al
labio".
Por eso, lea
bien y aprenda mejor de lo que decía monseñor Romero. "La conversión será
duradera y profunda -sostuvo el pastor mártir- si somos capaces de criticar
nuestra falsa manera de ver el mundo y a los hombres. Quiero insistir en esto,
hermanos, porque yo creo que lo que hoy más necesita un salvadoreño maduro es
sentido crítico [.] Por sus frutos se conoce el árbol. Miren qué produce, y
critiquen, de acuerdo con las obras, al Gobierno, a la organización política
popular, al partido político, al grupo tal. No se dejen llevar, no se dejen
manipular. Son ustedes, el pueblo, el que tiene que dar la sentencia de
justicia a lo que el pueblo necesita.Por eso, cada uno tiene que ver al mundo
con sus propios ojos. Y tiene que prescindir del ambiente en que se encuentra.
Yo pienso: ¡Cuántas pobres empleadas tienen que pensar como piensan sus
señoras! No tiene que ser así; tienen que pensar libremente. Y así se manipulan
muchedumbres, porque se les tiene cogido del hambre a mucha gente".
1 Comentarios
Bueno Mincho la verdad es que no existen la violacion a los derechos humanos en el pais, en la medida en que no existe la represion, aunque si la violacion a la dignidad, al respeto y a la soberania de parte de la oligarquia asi como tu dices lo de Monseñor solo recuerdo cuando a la oligarquia le sugeria a quitarse los anillos si no les iban a cortar los dedos, una profecia que lamnetablemte no se cumplio hoy son garras llenas de anillos las que ahogan a nuestro pueblo , solo el hecho de criticar al presidente y que tu estes bien es un logro de una lucha popular en donde recuerdo que participaste, algo se logron Mincho, pero las baterias hay que enfilarlas a otro lado.- Feliz Navidad y un año nuevo llebo de exitos de un amigo de antaño.-
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