A principios de los 80´s durante la guerra en nuestro
país, el presidente Napoleón Duarte llamó al FMLN y al FDR a un diálogo para terminar con la guerra y el
presidente Duarte propuso el diálogo y la negociación, pero
ante ésta propuesta, el partido ARENA y
Roberto
d'Aubuisson no aceptaron
la negociación y los militares de la “tandona” renegaban de ese diálogo y no aceptaban la
negociación.
30 años después gracias al periodismo investigativo del periódico
digital El Faro, se puso al descubierto las reuniones y negociaciones “secretas” que habían
tenido el Ministro de Seguridad , el Director de la PNC y el Centros Penales, con dirigentes de la
mara salvatrucha y mara 18, donde supuestamente,
los militares dentro de la seguridad del gobierno, ofertaron a estos
dirigentes, trasladarlos del centro de
penal de Zacatecoluca conocido como (Zacatraz)
y llevarlos a otros centro penales con mínimas medidas de seguridad . Éstas
conversaciones sólo las puedo comparar con
el diálogo- negociación de la guerra en
El Salvador, pero en la actualidad , el Ministro
de Seguridad Munguia Payés niega las
negociaciones con las maras y argumenta
que el traslado de unos 30 jefes
pandilleros es motivada por la
enfermedad de muchos de ellos y en una conferencia de prensa - muy confusa- , Munguía
Payés no pudo defender los
argumentos desmintiendo esa posible negociación con los jefes
de las maras.
La militarización
de la Seguridad en el país, aprobada por
el presidente Funes y que la Constitución
de la República y los Acuerdos de Paz lo
prohíben, le da un amplio poder a los militares en ésta negociación , que en primer término,
lo acepta el Capellán
militar Sacerdote Fabio
Colindres quien dijo que efectivamente , ha sido un dialogo sólo entre las dos padillas, donde
se les ha solicitado “que ya no se sigan
matando entre ellos” y como testigo de este diálogo, Fabio Colindres
presentó a Raúl Mijango que perteneció hace muchos años al FMLN
y ambos, se reunieron con los dirigentes de las pandillas en las
cárceles para “ayudarles a que sean
atendidos por su grave Estado de salud”.
Tanto el
Ministro Munguía Payés como
el Sacerdote Fabio Colindres y el director de Centro Penales se contradicen
en sus declaraciones, afirmando que la disminución de los asesinatos es por el trabajo de la PNC y el capellán militar, lo desmiente
diciendo que es por el acuerdo que ha tomado con los líderes de las
pandillas para que no se sigan matando
entre ellos.
Pero qué
dijo el periódico digital en su
publicación: “Gobierno negoció con pandillas reducción de
homicidios.
El Muchacho recibió una llamada a su celular el viernes por la mañana.
La llamada provenía del penal de Ciudad Barrios y la voz en el teléfono llamaba
para explicarle las nuevas disposiciones de la Mara Salvatrucha: la cárcel ha
decidido que hay que “calmarse”, que en la jerga de la pandilla es lo mismo que
decir que hasta nuevo aviso queda prohibido matar y sumar nuevas extorsiones.
El Muchacho es un tipo muy delgado con el que arreglamos una cita en un
centro comercial de San Salvador. Él es jefe, o “palabrero” de una “clica” o
célula de la MS-13. Las órdenes que vienen de la cárcel son incuestionables,
así que a su vez él reunió a sus muchachos y les transmitió el mensaje.
“Estamos de vacaciones”, bromea y ríe.
La clica que dirige este treintañero tuvo que suspender algunos de sus
planes inmediatos. Según El Muchacho, ese mismo día tenían planificados dos
asesinatos que se vieron frustrados por las órdenes de su jefe en la
cárcel. A este pandillero la única razón que lo mueve a obedecer las
órdenes que recibe es el llano miedo a activar el sistema de castigos de la
Mara Salvatrucha: si uno de sus subalternos desobedece, él deberá castigarlo
–lo cual puede ir desde una golpiza hasta la muerte-. A su vez, él será
castigado, y también su jefe en el penal de Ciudad Barrios.
Para explicarse mejor intentó el siguiente ejemplo: “Si a usted su jefe
le dice: traé este reportaje, usted tiene que rebuscarse por hacerlo, porque de
eso depende su trabajo. Pues igual. Una orden es una orden”.
La única explicación que recibió El Muchacho fue que un grupo de jefes
pandilleriles presos en el penal de máxima seguridad de Zacatecoluca habían
sido trasladados a otros penales y que las nuevas órdenes buscaban mantenerlos
ahí. La idea que le expresaron es esta: ha habido una negociación entre algunos
líderes de la mara y el gobierno. Así, si la pandilla se calma, el gobierno no
tendrá motivos para regresarlos a Zacatecoluca.
El Muchacho repite que desde el sábado están de vacaciones. Ese día se
registraron 10 homicidios, cuatro menos que la media que mantenía el mes. El
día siguiente, día de elecciones legislativas y municipales, se registraron
seis, y algunas fuentes lo adjudicaron al despliegue policial para custodiar
los centros de votación. El lunes de esta semana, una cifra sin precedentes en
los últimos dos años: dos homicidios en todo el país ya sin el despliegue
policial del día anterior. El martes, la tendencia se mantuvo: tres asesinatos
en todo El Salvador. Este miércoles, a las 7 de la noche, la tendencia seguía
siendo sorprendente: cinco homicidios”.
Por su parte el Director de El Faro Carlos Dada en un mensaje en Facebook advierte
del peligro que representa la amenazas de los militares en el gobierno: “Queridos
amigos: Hemos recibido en las últimas horas varias alertas de seguridad,
algunas para ser tomadas con seriedad. Fuentes de inteligencia nos han dicho
que creen que ha aumentado mucho el nivel de riesgo para El Faro a partir de
nuestra publicación de antier, en la que revelábamos negociaciones entre el
gabinete de seguridad de El Salvador y líderes de pandillas para reducir los
homicidios a cambio de beneficios para los pandilleros.
La
información tiene entre sus fuentes agentes de inteligencia, y los primeros
pasos de las autoridades, hasta donde entendemos, han sido nuevamente al
interior de la inteligencia policial y la agencia de inteligencia del Estado,
en un nuevo proceso de depuración por habernos filtrado algunos informes”.
A
la libertad de información se tiene que
respetar y somos solidarios con Carlos
Dada y todos los compañeros del diario
digital El Faro.
¿Quién
dijo miedo compañeros periodistas de El
Faro?
¡¡¡La
Lucha continúa!!!
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